Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Shakira de visita por Kerlames.

2/12/06 | |

Shakira, te lo tenía que decir algún día: te detesto tanto como a mi vecina "Tacones". Te detesto por tus caderas en hélice, por tus letras sabinescas, por tu filosofía de Arjona pendejín rependejín; te detesto, es todo...sabes que my hips no pueden mentir, nacieron muertas.

Shakira, Shak, Shaki, estoy bajo de forma, ya no tengo aire, ni palabras para insultarte; siento que una incómoda panza empieza a crecer allá abajo, siento que esa odiosa panza me vuelve cruel (hacia tí) y huraño (ya no saldré de casa). Shakira, te soy sincero, no me siento orgulloso de que seas colombiana como yo, me da igual, aunque sí quisiera que el presi Uribe y Jotamario Valencia hubiesen nacido en Malí o en Lituania.
Ya sé, es ese nacionalismo de "Colombia es pasión", ese nacionalismo dulzón de somos los mejores del mundo (y Barranquilla te llevo en el corazón) y bla, bla, bla y bla, bla, bla, cuando en verdad somos tra-ta-ta-ta-ta-ta-ta (ni crean, tampoco me trago a Fernando Vallejo); sí, eso es lo que me molesta.
(Bueno, y sigue una lista de otras 37 cosas que también me enfadan, Shak)
Pero Shakira, no estabas nada mal en El Oasis...qué perversa actuación y yo con tu edad, y tú con esos vaporosos vestidos calentanos, no sé, supongo que a todos nos gustó alguna vez Kickboxer (o Porky's, Ómar). Hubo un tiempo en que no distinguíamos el bien del mal, lástima que ese tiempo haya desaparecido. Lástima que ahora prefiera escuchar a Nina Simone. Mala cosa que ya no disfrute las boberías del Chevy Chase.

Y como dirían por ahí, ¡sacúdelo que tiene arena, Rikarena!
Imagen: Revista Aló, 1994.