Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Cuatro noches contigo

18/11/11 | |

TANGO

A veces el amor
se me pone implacable

me empuja me derriba
me muerde con furor
el dorso de la mano

me exige perentorio
atropellar tu cuerpo
incrustarme de frente

me reclama tu alma
sorberla de tu boca
hasta el último trago

un momento le digo
no seas impaciente
qué te cuesta esperar
hasta el final del tiempo
CÉSAR FERNÁNDEZ MORENO.