Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Hasta cuándo de estos amigos

10/1/12 | |

Hasta cuándo
Hasta cuándo seguir gritando a esa gente
que el rey y la reina yacen bajo tierra
Hasta cuándo seguir gritando que no cedo en hipoteca mis sueños
Hasta cuándo seguir gritando que soy incorregible
Hasta cuándo seguir gritando que no reniego de mis actos
Hasta cuándo seguir gritando que nada de lo que tengo
está en venta ni quiero que ningún imbécil corte la soga
Hasta cuándo seguir gritando que no
cumplo mis deberes en la tormenta
Hasta cuándo seguir gritando que no exijo futuro
Hasta cuándo seguir gritando a esta
gente que me son despreciables
Hasta cuando seguir gritando que estoy
con los que no tienen la razón
porque la tienen a mares llenos
Hasta cuándo seguir gritando que
jamás abandonaré mi capa de insurgente
Hasta cuándo si desde siempre
mis cartas están sobre la mesa
Víctor Valera Mora.