Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Caníbal sin quejas

27/10/13 | |

Espiritual 5
Las devotas y el predicador saben que él no puede sacar demonios. Nadie habla: todos aman salir de casa al menos unas horas cada semana.

Espiritual 8
Las devotas quisieran casarse con el predicador que les saca los demonios. Él, en cambio, quisiera haber sido futbolista.

Patología 2
El caníbal dejaba sólo la boca de sus víctimas, a la espera de posibles quejas. Nunca oyó ninguna, así que vivió muy feliz.

Alberto Chimal, tomado de 83 novelas.
En la imagen, fotografía de Francesca Woodman.