Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

El ritmo de tu cuerpo

10/12/13 | |

Suspensión

Fuera de mí, en el espacio, errante,
la música doliente de un vals;
en mí, profundamente en mi ser,
la música doliente de tu cuerpo;
y en todo, viviendo el instante de todas las cosas,
la música de la noche iluminada.
El ritmo de tu cuerpo en mi cuerpo...
El giro suave del vals lejano, indeciso...
Mis ojos bebiendo tus ojos, tu rostro.
Y el deseo de llorar que viene de todas las cosas.

Vinicius de Moraes. Versión de César Conto.
Fotografía de Pari Dukovic para The New Yorker.