Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Un dibujo de Roth y más fuga sin fin

24/12/13 | |

Más de Fuga sin fin, de Joseph Roth (traducción de J.L. Vernal, Acantilado):

"Me acosté con una mujer que, al cabo de una hora, me despertó para preguntarme si a mi potencia física le correspondía un igual amor espiritual hacia ella. Pues sin lo espiritual se sentía profanada. Tuve que vestirme rápidamente, y mientras buscaba debajo de la cama un botón de la camisa que se me había caído, le expliqué que mi espíritu está siempre en aquella parte del cuerpo que estoy usando en ese momento para una actividad determinada. Es decir: cuando paseo, en los pies, etc."

"Es como si hubiese estado buscando a Irene toda mi vida y, de pronto, alguien me dijese que la ha encontrado. Pero, en realidad, no la busco. Tampoco tengo nostalgia de ella. Ella puede ser algo totalmente distinto del resto del mundo, y sólo cuando pienso en ella siento un último atisbo de fe dentro de mí. Quizás habría que ser escritor para poder expresar esto exactamente."