Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Pequeñas traiciones, eso es todo lo que puedo decir

18/1/14 | |

"Todos han muerto, todos han partido, todos han traicionado lo que juramos. Hubo un mundo por el cual valió la pena vivir y morir. Aquel mundo murió. Yo no tengo nada que ver con el nuevo. Eso es todo lo que puedo decir."
Fragmento de El último encuentro, de Sándor Márai. Traducción de Judit Xantus Szarvas.
¿Y la imagen?, no, nada que ver.