Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Las espuelas clavadas

24/2/14 | |

Luego te cuento sobre la serpiente que incendiaba ayer las montañas de Usme. Ayer, sí, ayer, entre las plumas flotando, las botellas de Póker, los billetes doblados y la sangre que manchaba la arena que no parecía arena. Luego, ahora no, ahora te dejo estos textos: Mi gallo de pelea por Sinar Alvarado/El gallo en su polvorete por Edison Monroy/CRÓNICA DE UNA RIÑA. Apuestas, paella, sangre y muerte/El gallo de oro, por Juan Rulfo/Gladiadores con alas.