Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Incluso Groenlandia

7/4/14 | |

Un fragmento de un cuento de Barry Hannah:
Incluso Groenlandia

"Yo estaba haciendo radar. En realidad no hacía nada. Habíamos subido hasta 75 mil pies para darle un poco de color a la tarde. Calculo que estábamos en México todavía, con rumbo a Miramar, en nuestro F-14. No importa demasiado dónde, cuando uno ha visto la curvatura de la tierra. Por un rato, nada importa demasiado. Habíamos visto ponerse el sol tres veces en media hora. Lo que se dice vivir la vida. Pero entonces: –John –digo yo–, este avión se está incendiando. –Ya lo sé –dice él. Como irritado, con pocas ganas de hablar."
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