Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Truman, un yonqui, un genio

25/8/14 | |

A treinta años de la muerte de nuestro querido Truman Capote (Nueva Orleans, 30 de septiembre de 1924 - Los Ángeles, 25 de agosto de 1984), una perla fina fina:

"Érase una vez en que a un joven iconoclasta muy relacionado se le ocurrió dar un té inusitado. Era en honor de la señorita Mae West, que por aquel entonces actuaba en un club nocturno de Manhattan. Invitó a Dame Edith Sitwell para que sirviera el té, tarea que ella, eterna devota de lo outré, aceptó. La crema de la buena sociedad neoyorquina, deslumbrada ante la perspectiva de un encuentro entre dos damas de una distinción tan dispar, buscaba como fuera ser invitada.
—Querido —le dijeron al joven, felicitándole por anticipado—, va a ser lo más camp de la temporada. Pero...todo salió al revés. A las cuatro, dame Edith, alegando laringitis, telefoneó para excusar su ausencia. A las seis, cuando la fiesta estaba por la mitad, parecía que la señorita West también los iba a desilusionar."

Fragmento de Mae West, perteneciente a Retratos (Ed. Anagrama), Truman Capote.