Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Ermé también reía

23/5/15 | |

FILTRO DE AMOR

¡Qué frasco tan bonito!, exclamó Ermé.
Es un filtro de amor, dije, riendo.
¿De veras? ¿Lo juras? Ermé también reía.
Una gotita para ti, una gotita para mí, dije, echando una gota en cada copa. Quedaremos locamente enamorados uno del otro. Llené las copas de champaña.
Yo ya estoy locamente enamorada de ti, dijo Ermé. Con un gesto elegante se llevó la copa a los labios y sorbió un pequeño trago. La copa cayó de su mano sobre la mesa, partiéndose, e inmediatamente el rostro de Ermé se abatió sobre los fragmentos de cristal. Sus ojos permanecieron abiertos,como si estuviera absorta en algún pensamiento. No tuvo tiempo ni de saber lo que ocurrió.
Las tías entraron al saloncito, acompañadas de doña María Nunes.
Estamos orgullosos de ti, dijo tía Helena.
Rubem Fonseca.
Arriba, imagen de una pintura de Emil Nolde.