Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Faith, un cuento cruel

17/5/15 | |

Faith o Consejos a una joven que quiere tener éxito
Amanda Davis 
Versión de José Luis López Muñoz.

1. Se cazan más moscas con miel que con vinagre 
La gorda tiene razón.
—Hay muchas formas de enfadarse —dice—. Unas son más útiles que otras.
Hablamos mucho, aunque no la ve nadie, tan sólo yo. Está de pie, chupando un polo de chocolate como si hiciese un estupendo día de sol, pero yo me hielo.
—No estoy enfadada —le digo, aunque no es del todo cierto.
Sonríe.
—Decir que no lo estás es una forma de enfado —responde—. No muy útil, sin embargo.
Estamos en la calle un día de comienzos de otoño. Las clases empezaron hace tres semanas y miro atentamente a la multitud que pasa por delante.
—Faith —dice la gorda—, no te hagas muchas ilusiones. Eso no va a funcionar nunca, corazón —se refiere a Tony Giobambera, que tiene el pelo oscuro rizado por todo el cuerpo y sonríe con la boca pero no con los ojos; que camina despacio, como si tuviera un secreto.
—Nunca se sabe —digo.
—La verdad es que sí lo sé —dice. Luego, chupando, arranca un trozo grande de chocolate.

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