Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

¡Y más, más, más, más, más!

27/5/15 | |

La astilla más bonita del mundo
"Me llamaban Astilla". "La astilla más bonita del mundo" dice besándome. Voy de cuerpo entero hacia él, me entrego; me doy, él está dentro de mí, rezo para que tarde bastante, pido "¡tarda bastante, mucho! ¡no te vengas todavía!", me vuelve loca, me derrite y el corazón me late en el pecho, en la garganta, en la tripa, ¡y más, más, más, más, más!
Rubem Fonseca (Lúcia McCartney, 1967).
Arriba, imagen de Willem de Kooning, Woman and Bicycle, 1952–53.