Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Ninguna herencia de papel

7/8/16 | |

La quema

Queme todo lo que pueda:
las cartas de amor
las cuentas telefónicas
la lista de la ropa sucia
las escrituras y certificados
las habladurías de los colegas resentidos
la confesión interrumpida
el poema erótico que ratifica la impotencia y anuncia la arterioesclerosis
los recortes antiguos y las fotografías amarillentas.
No deje a los herederos hambrientos
ninguna herencia de papel.

Sea como los lobos. Viva en un cubil
y sólo muestre a la canalla de las calles sus dientes afilados.
Viva y muera cerrado como un caracol.
Diga siempre no a la escoria electrónica.

Destruya los poemas inacabados, los borradores, las variantes y los fragmentos
que provocan el orgasmo tardío de los filólogos y escoliastas.
No deje a los catadores de la basura literaria ninguna migaja.
No confie a nadie su secreto.
La verdad no puede ser dicha.

Lêdo Ivo. Traducción de Mario Bojórquez.