Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Los fragmentos

22/5/17 | |

De Mircea Cartarescu, en Las bellas extranjeras:

 "Estaría bien poder cortar con una tijera los fragmentos más lamentables de tu vida y arrojarlos a la basura. Por desgracia, tu vida se entrecruza con la de tantos individuos que, si los cortaras todos a la vez, te saldría una especie de alfombrilla de papel de esas que hacen los niños, una cadena de hombrecitos que se dan la mano. Más o menos esto es lo que hace el escritor: saca de la página en blanco su cadena de hombrecitos, sus figuras geométricas de una dudosa geometría. Al que sobra, igualmente simétrico, lo arroja a la basura aunque también él representa, en la misma medida que los hombrecillos, la nobleza de la página inicial. Por cada hombrecillo que brota de la tijera en este mundo, muere su gemelo negativo, la forma de la que se ha desprendido y que ha quedado como recuerdo."