Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Las bocas y los signos

1/8/17 | |

El amor empieza cuando se rompen...

El amor empieza cuando se rompen
los dedos
y se dan vuelta las solapas del traje,
cuando ya no hace falta pero tampoco
sobra
la vejez de mirarse,
cuando la torre de los recuerdos, baja o
alta,
se agacha hasta la sangre.

El amor empieza cuando Dios termina
Y cuando el hombre cae,
mientras las cosas, demasiado eternas,
comienzan a gastarse,
y los signos, las bocas y los signos,
se muerden mutuamente en cualquier
parte.

El amor empieza
cuando la luz se agrieta como un
muerto disfrazado
sobre la soledad irremediable.

Porque el amor es simplemente eso:
la forma del comienzo
tercamente escondida
detrás de los finales.

Roberto Juarroz.