Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Sin saber

6/8/18 | |

Sin saber

Por supuesto que no me parezco
A ninguno de esos tejedores de palabras
Que tejen trajes y carreras,
Vanidades, orgullos,
Aunque me mueva entre ellos
Y ellos miren mis palabras como si fueran jerséis
“¡Qué bien vistes!”, —me dicen,
“¡Qué bien te va el poema!”,
 Sin saber
Que los poemas no son mi vestimenta
Sino mis huesos
Extraídos dolorosamente
Y colocados sobre mi carne como un caparazón
A imitación de las tortugas
Que sobreviven así
Durante largos e infelices
Siglos.
Ana Blandiana.