18/2/19

Dar la vida por la Revolución

Los puros

La más grande pureza es abyección.
No hay duda.
Pero, consuelo, oh puros:
tampoco los abyectos y los viles
lo son del todo.
A veces huelen rosas
y acarician corderos con sinceridad
o besan niños
y dan su vida por la Revolución.

Eduardo Elizalde.