8/3/19

El mundo es una falda

La falda era un objeto de transición; una cosa en sí misma y al mismo tiempo la posibilidad de ir más allá. Eso se convirtió en mi paradigma de todo conocimiento trascendental. El mundo es una falda que quiero levantar.
Posteriormente, me imaginé que con cada mujer podía partir de cero. No existía el pasado. Yo podía ser una persona diferente, si no nueva, durante cierto tiempo. Además, también me servía de las mujeres para protegerme de otras personas. Estuviese donde estuviese, me bastaba estar acurrucado junto a una mujer que me susurraba cosas y me deseaba para mantener el mundo a raya. Y podía dejar de desear a otras mujeres. Al mismo tiempo, me gustaba mantener abiertas todas mis posibilidades; desear a otras mujeres me protegía de la presión de amar sólo a una. El conocimiento profundo tiene sus peligros.

Fragmento de Intimidad, Hanif Kureishi.