Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

They gave her a bad name

20/9/12 | |

Hembra 
 Hembra que entre mis muslos callabas
de todos los favores que pude prometerte
 te debo la locura. 
 Leopoldo María Panero. "El último hombre", 1984.