Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Conmigo en el paraíso

10/9/13 | |

Julia Miller

Nos peleamos esa mañana
porque él tenía sesenta y cinco años y yo treinta,
me sentía nerviosa y pesada con el niño
cuyo nacimiento me atemorizaba.
Recordaba la última carta
que aquella joven alma alienada
me había escrito
y cuyo abandono escondí
casándome con el viejo.
Luego tomé morfina y me senté a leer.
A través de la oscuridad que invadió mis ojos
sigo viendo la luz parpadeante de estas palabras:
«Y Jesús le dijo: —En verdad, en verdad
os digo: hoy estarás conmigo en el paraíso.»

Edgar Lee Masters. Antología de Spoon River. Traducción de Guillermo Angulo.