Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Montañeros

18/6/25 | |

Montañeros 


Mi padre desapareció hace veinte años, en la ascensión al Nanga Parbat. He sentido emoción, vértigo y furia al encontrarlo en una grieta de la cara norte, sin una arruga, más joven que yo. 

Creo que voy a matarle.

Óscar Sipán.