Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea.
De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.
EN UNA GOTA DE AGUA
En una gota de agua
los pájaros se sacian
se refrescan
se miran.
Debemos transformarnos
se dicen.
Alguna vez fuimos dinosaurios.
Elvira Hernández.
RELÁMPAGO ALADO
Algo cruza
algo pasa por mi cabeza
algo está en algún lado
de aquello no queda nada
ni aire vibrando en el aire.
Elvira Hernández.
*
Emmerich vaciló, se mordió el labio. Hubiera querido confesárselo todo: sus errores, sus flaquezas, sus locuras; necesitaba, por encima de todo, justificar el errático rumbo de su vida, e incluso ganarse un poco su simpatía. Pero era inútil, ¿Cómo podría hacérselo comprender? Mejor que tuviera otra noche tranquila.
*
Colgó rápidamente y se quedó mirando al suelo un momento. Se sentía terriblemente cansado, y admitió, de pronto, con desacostumbrado candor, que hacía años que estaba cansado, aburrido de todo, que se movía en la vida como un autómata sin alma, como el mecanismo de un reloj.
Fragmentos de La jungla de asfalto, de W.R. Burnett. Traducción de José M. Claramunda.
La noche, oscura y tempestuosa, cubría como el hábito de un cura la enorme y agitada ciudad de Midwestern, situada al lado del río. Una lluvia fina que caía a intervalos entre los altos edificios humedecía las calles y el pavimento, convirtiéndolos en una serie de espejos negros de una casa encantada, que reflejaban con formas grotescas y retorcidas las luces de la calle y las marquesinas de neón.
Fragmento de La jungla de asfalto, de W.R. Burnett, traducción de José M. Claramunda.
Páginas del clasicazo Libro de Petete.
Páginas de
Rembrandt,
por Typex.
Dos páginas de
Daniel Torres, para una antología de cuentos de
Ray Bradbury, adaptados al cómic
.
Ava, de Ana Miralles y Emilio Ruiz.
Páginas de Balada de la Costa oeste, de Manchette y Tardi.
Páginas de
Cuentos de la periferia, de
Shaun Tan.
Páginas de
Los mitos de Cthulhu, de Lovecraft, con dibujos del maestro
Alberto Breccia.
Páginas dobles de un par de revistas antiguas.
Páginas de la tremenda
novela gráfica Escucha, hermosa Márcia, de Marcello Quintanilha, historietista brasileño.
Páginas de
Hambre, novela gráfica de
Martin Ernsten, que adapta la obra de
Knut Hamsun.
Dos páginas de
Piruetas, de Tillie Walden.
Miscelánea de ilustraciones viejitas:
Páginas de BIM BOM, historias de lucha, de Arturo Infante y Renier Quer.
Tatuaje
Enemistada con la vida
que ofrecía tanto,
vaciada,
dispuesta a reír,
a dar algo
hube de hacer las cosas
trastocando
girando un escalpelo
mojado en tinta hube
de limar
punzar
un dibujo
expresionista.
Si la espalda fuera más condescendiente,
si mi enojo con la vida
fuera más liviano… por qué hube
de elegir un estilo
tan antiguo, un dibujo
tan dolido y
raro.
Irene Gruss.
Páginas de Batman: gritos nocturnos, vía Marmota.
Arriba: Small boy in his room, 2009, David Lynch.