Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

I can't dance.

20/7/05 | |

Ni modo, habrá que seguir viendo los toros desde la barrera, las glorias ajenas de los dioses de las pistas. Sábado 16 DE JULIO DE 2005, 11:21pm, La Calera... freaks impulsados por el Gran Trino San Bailón, rugen con furia bajo las luces multicolor(amarillo, azul y naranja) del recinto; el sudor empapa cuerpos trastornados por la voracidad de esa pasión incendiaria llamada RUMBA y yo me concentro en mi cuarto vaso de Canada dry,ginger Ale, evitando mirar a Celi (my girlfriend), la cual, sentada al lado, reclama de forma tácita pero incisiva, que TAMBIÉN nos entreguemos a la orgía dancística, what a fuck, my brother!!!
Una pausa, llega la picada (rellena, chunchullo, papita criolla, patacón, carne asada ), durante media hora
estoy a salvo...como muy, muuuy lentamente.Un maremágnum, la tregua termina, la ciudad se ha rendido, los bárbaros agarran la cadera de su predilección y se disponen a ejecutar sus más salvajes movimientos al son de un no menos salvaje y puerco reggaetón (dame, dame gaasolina, dame dame gasoolina!!!).Y allí va la caderona,la descaderada,la gorda,mi flakis ( resignada, baila con su hermano),el cucho, la barbie, el tío Cachas, lamercimudibunda y claro, el turista japonés (Nuhishi Takahami pierde su dentadura en un movimento no estudiado en su clase de baile de los miércoles con la divina Dolores Rivera).Y yo los miro, durante dos horas y media soy una piedra que se levanta en medio de un oceáno con señales de tormenta. Pero nada me va a mover, aquí seguiré, POR LO MENOS hasta que suceda lo inevitable, que yo también..................BAILE.
Ilustraciones de Giovanni Clavijo