Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

INCONEXO

30/3/12 | |

Ahora, que vamos a arder, déjame decirte algo: ya no hay tiempo, los besos están muertos; los amigos, lejos; las ondas de incertidumbre nos tocan, tijeretean nuestros miembros y bailan con miedos antiguos.
Déjame decirte algo, no hay rencor, ni confetti derretido en almíbar; porque no hay tiempo, ni balas; no hay tiempo, ni sexo, no hay tiempo; quiero orar por los amigos perdidos, por las putas locas del Amorel, por los santos inyectados de Tamasagra y venenocruelpártemeloslabios.
No hay tiempo, se derrama, me conmueve, se abre en dos, nos incendia, nos come a trocitos, nos envuelve la piel; mañana, habrá una gigantesca laguna, una gota de aceite de cuy, ¿really. mamma?...d-é-j-a-m-e, cerca del cráter, festival de blancos y necios, el diablo agitando sus siete colas, festival de negros y rancios
...ahora, que vamos a arder.© Ilustración de Giovanni Clavijo.