Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Era inevitable

7/4/12 | |

Inevitable
 
Él era signo del fuego, destellante, chispeante, fascinante, centelleante, rutilante, llameante, fulgurante, eclipsante, jugueteante, tintineante, deslumbrante, volátil e inasible.
Ella era signo de agua, ondulante, inundante, sigzagueante, provocante, esquivante, titubeante, amenazante, apabullante, ahogante, suave y fresca
La relación fue un cortocircuito.
Carmen Cecilia Suárez (Colombia)