Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Incluso perderte a ti...

29/10/15 | |

Un arte

El arte de perder no es difícil de dominar;
tantas cosas parecen henchidas con el intento
de perderse que su pérdida no es ningún desastre.

Pierde algo cada día. Acepta la confusión
por las llaves perdidas, la hora en blanco.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Luego practica perder más, perder más rápido:
lugares y nombres, las partes a las que querías
viajar. Nada de esto traerá un desastre.

Perdí el reloj de mi madre. Y mira, mi última o
penúltima de mis tres casas se ha ido.
El arte de perder no es difícil de dominar.

Perdí dos bellas ciudades. Y algunos
vastos reinos que eran míos, dos ríos, un continente.
Los añoro, pero no fue un desastre.

—Incluso perderte a ti (la voz burlona, un gesto
que adoro) no habré mentido. Es evidente:
el arte de perder no es muy difícil de dominar
aunque pueda parecer así (escríbelo) un desastre.

Elizabeth Bishop.
Traducción de Gabriela Cantú Westendarp.