Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

De locomotoras y de hombres

19/9/18 | |

Para descarga directa: La Doce, de François Schuiten.
"Léon conoce muy bien a la Doce. La conoce mejor que nadie y anticipa todos sus deseos. Algo normal, teniendo en cuenta la cantidad de años que llevan devorando kilómetros juntos. Porque la doce, o mejor dicho, la 12.004, es una locomotora a vapor. Una reina de la velocidad, de la sofisticación mecánica, que enorgullece profundamente a su maquinista. Pero los tiempos cambian, el transporte eléctrico gana terreno y los días de la Doce están contados."