Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Bicicletas

14/11/24 | |

Bicicletas 

Las ruedas me recuerdan 
al molino.
Me recuerdan dos molinos 
y Sancho montando el Don Quijote 
de su fe.

Xavier Oquendo Troncoso.