Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Infancia

20/12/24 | |

 INFANCIA
 
Nuestras bebidas vinieron con sombrillas de papel.
Mi madre se puso su ropa de tenis.
Mi padre fue al bar
como siempre lo hacía.
 
Mi madre se puso su ropa de tenis.
Mi hermano me lanzó contra la pared
como siempre lo hacía.
Yo creía en mi ángel de la guarda.
 
Mi hermano lanzó a mi madre contra la pared.
Caminé en mi sueño.
Yo creía en mi ángel de la guarda.
Me desperté lejos de casa.
 
Caminé en mi sueño.
Mi madre me leía cuentos de hadas y cantaba.
Me desperté lejos de casa.
Mi madre estaba vieja, mi padre muerto.
 
Mi madre me leía cuentos de hadas y cantaba.
Mi padre y mi hermano se estrellaron atravesando la puerta.
Mi madre estaba vieja, mi padre muerto
junto a mi ángel de la guarda.
 
Mi padre y mi hermano se estrellaron atravesando la puerta.
Yo fui al bar
junto con mi ángel de la guarda
y nuestras bebidas vinieron con sombrillas de papel.

Kim Addonizio.
Traducción de Andrea Muriel.