Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Quién me quita lo bailado

2/1/25 | |

Quién me quita lo bailado

Pido peras al olmo. Las saboreo:
son deliciosas.
He pedido gato por liebre;
me lo han dado.
Me han contado historias
libidinosas a medianoche;
gozaba, con cada palabra,
con cada gesto.
He amado la noche cuando amanecía,
amé la muerte, y soñé con la realidad.

Irene Gruss.