OBSERVANDO LA TRAMA
Por orden del rey se ha construido un laberinto para encerrar al Minotauro.
—Tenemos bajo control al enemigo —anuncia el pregón.
Me pregunto cómo surgió una bestia semejante.
A qué clase de individuo le convendría su desarrollo, alguna vez fue cachorro, alguien tuvo que alimentarlo.
Qué pasa si su majestad es un imbécil que trata con constructores mediocres, y el enemigo se descontrola, se escapa.
Y qué si el minotauro no existe. Si el monarca lo inventó para distraer la atención de la plebe, encubriendo un peligro mayor. Del que debería estar cuidándome.
Patricia Nasello.