Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Si algo me impide intentarlo

24/6/25 | |

Si algo me impide intentarlo 


¿Entonces para qué dar el salto? Si algo me impide intentarlo, paralizando en el aire mis músculos, es el hecho de constatar que antes de darlo ya su parábola externa está bien inscrita en mi mente. ¿Qué sentido tiene entonces describirlo en el trance en que, separada del suelo, mi figura lo dibuje en el aire si ya su parábola externa sin necesidad de intentarlo está bien inscrita en mi cuerpo?

Juan Calzadilla.