INCONEXO
El dolor se expande, espinas atraviesan los tentáculos del placer, corroen armaduras inoxidables y abren poros en el azul siniestro de nuestras culpas…tengo que parar y empezar de nuevo para decirte que ese disco que escuchamos juntos veranelo pasado en realidad no era tan bueno, y sabes, mataría por una cerveza, what a fuckin’ life...espinas, canciones de los New York Dolls.
(el telón no acaba de abrirse).
—Por lo menos dime algo que me llene de desesperanza.
—Esas espinas no son tuyas, tampoco el alcanfor…
—Me alegro, muy pronto me vas a ver caminar por la Séptima y disparar a los abuelos descalzos. No hay marcha atrás.
—Todas esas estúpidas canciones que hablan de sentimientos que no entiendo…ese riff que te rompe el coco (y esta línea que no me satisface).
—Puedo explicarte, si eso quieres.
—No hay tiempo.
—¿El GALERAS?
—Él sólo es un monstruo de cartón, incapaz de hacernos daño.
—¿Quién, entonces?
—Tu vecina de arriba…guarda una escopeta detrás de su armario. Un día, John Mario, su marido, llegará muy borracho y ella le romperá la cabeza con un solo tiro, pero no va a ser suficiente, saciará su ira destrozándonos a nosotros también.
—¿Un beso de buenas noches?
—Espera, va a comenzar Blue Velvet.
—In dreams, I walk with you, in dreams.
Duerme, mi Pandiaco girl.