Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Una alcachofa confundida

11/6/11 | |

Escena Hogareña

La alcachofa confundida en verdes dispares, se apoyaba en la mesa con un mutismo florido,alcanzando a la luz del quinqué, desenvolturas nada apetecibles. El trayecto de la canasta al vinagre le fue indiferente;hasta que una mano insertó pequeños trozos de queso, que se acomodaban irregulares tras las hojas.
La alcachofa se enfadó hasta el grado de la amargura, y al estar a punto de ser comida se estremeció indecorosa, enseñando entre sus faldones,gusanos rechonchos y satisfechos.
Sergio Astorga.