Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Para no dejar salir

9/6/11 | |

Más allá del Muro

Las chimeneas siempre han existido, y nadie recuerda cielos sin humo. No se sabe qué se hace, ni quién trabaja allí. Los chavales intentan saltar los muros, pues está prohibido. Y aunque pocos se aventuran más allá, siempre alguno se atreve a subir la verja, a esquivar los alambres como navajas, y llega al otro lado. Nadie le vuelve a ver, claro está, pero eso no impedirá que otros quieran repetir. Los ancianos aseguran que los muros no son para prohibir entrar, sino para no dejar salir, pero nadie se atreve a asegurar si ellos están dentro o están fuera.
Jordi Cebrián.