Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Un fragmento de Un recuerdo navideño

13/10/25 | |

Aparte de no haber visto ninguna película, tampoco ha comido en ningún restaurante, viajado a más de cinco kilómetros de casa, recibido o enviado telegramas, leído nada que no sean historietas gráficas y la Biblia, usado cosméticos, pronunciado malas palabras, deseado a nadie mal alguno, mentido a conciencia, ni dejado que ningún perro pasara hambre. Y estas son algunas de las cosas que ha hecho, y que suele hacer: matar con una azada a la más grande serpiente de cascabel jamás vista en este condado (dieciséis cascabeles), tomar rapé (en secreto), domesticar colibríes (desafío a cualquiera a que lo intente) hasta conseguir que se mantengan en equilibrio sobre uno de sus dedos, contar historias de fantasmas (tanto ella como yo creemos en los fantasmas) tan estremecedoras que te dejan helado hasta en julio, hablar consigo misma, pasear bajo la lluvia, cultivar las camelias más bonitas de todo el pueblo, aprenderse la receta de todas las antiguas recetas curativas de los indios, entre otras, una fórmula mágica para quitar verrugas. 

Fragmento de Un recuerdo navideño, de Truman Capote.

Fragmento de László Krasznahorkai

9/10/25 | |

Nacemos en un mundo cercado como una pocilga, continuó pensando con el cerebro zumbándole, e igual que los cerdos que se revuelcan en su propio fango no sabemos con qué fin nos apelotonamos en torno a las ubres nutricias, para qué luchamos encarnizadamente en el barro, por llegar al comedero o, al atardecer, al lugar donde dormir. Se abotonó el pantalón y dio unos pasos para que la lluvia le diera de lleno. «¡Lávame estos viejos huesos! —murmuró con tono de amargura—. ¡Lávalos porque este viejo meón ya no durará mucho tiempo!».

  
Fragmento de Tango satánico, de László Krasznahorkai, premio Nobel de literatura 2025.

Un fragmento de Las llanuras

7/10/25 | |

Hace veinte años llegué a las llanuras con los ojos bien abiertos, atento a cualquier elemento del paisaje que pareciera insinuar algún significado complejo más allá de las apariencias. 

Mi viaje a las llanuras fue mucho menos arduo de cómo lo describí más tarde. Y ni siquiera puedo decir que en un momento dado me percatara de haber abandonado Australia. Pero sí recuerdo claramente una serie de días en los que el paisaje llano que me rodeaba me parecía cada vez más un lugar que solo yo era capaz de interpretar. 
Las llanuras que atravesé durante aquellos días no eran todas ellas infinitamente parecidas. Unas veces me encontraba ante un valle grande y poco profundo, cubierto de árboles y ganado ocioso, surcado acaso por un arroyo. Otras veces, al final de una extensión de terreno nada prometedora, la carretera ascendía hasta lo que sin duda era una colina, y al rato veía ante mí otra llanura, plana y árida y abrumadora.

Fragmento de Las llanuras, de Gerald Murnane. Traducción de Carles Andreu.

Dos fragmentos de El libro de la almohada

6/10/25 | |

La verdad es que odio a cualquier persona que estornuda salvo cuando es el dueño de la casa.
*
Nubes 
Me encantan las blancas, purpúreas y negras nubes, y las nubes de lluvia cuando las lleva el viento. Es encantador al amanecer ver las oscuras nubes que poco a poco se vuelven blancas. Creo que esto ha sido descrito en un poema chino que dice algo sobre "los tintes que se retiran al amanecer". 
Es conmovedor ver pasar un tenue jirón de nube sobre la luna brillante.

Fragmentos de El libro de la almohada, Sei Shônagon.

Me pesan las cosas que tengo...

3/10/25 | |

Me pesan las cosas que tengo. Hay objetos que acumulo por gusto, necesidad o herencia y que invaden los metros cuadrados que tengo el atrevimiento de llamar míos. No es una revelación new age ni una diatriba anticapitalista decir que, por momentos, siento que las cosas se adueñan de mí: el baúl amarillo de Olinalá atiborrado de fotos viejas, el tintero de vidrio, la vajilla blanca de mi abuela, guardada en cajas de cartón desde hace años. Todo marcado por la enfermedad de sus dueños anteriores, con tumores en los pulmones y en el páncreas: quiero conservar estos objetos, pero no quiero volverlos a ver.


Fragmento de Mi madre vive aquí, de Isabel Zapata.

De Los apegos feroces

30/9/25 | |

Nuestros mejores momentos juntas son cuando hablamos del pasado. Yo le digo: «Mamá, ¿te acuerdas de la señora Kornfeld? Cuéntame esa historia otra vez», y ella se recrea contándomela de nuevo. (Lo único que odia es el presente; en cuanto el presente se hace pasado, comienza a amarlo inmediatamente). Cada vez que cuenta la historia, es la misma y también es completamente distinta, porque cada vez que la oigo soy más mayor y se me ocurren preguntas que no le hice la última vez.
*
Se movía a pasos largos y muy estudiados. Movía primero una pierna y luego la otra, cimbreando las caderas. Todo el mundo sabía que esta mujer no iba a ningún lado, que caminaba por caminar, para sentir el efecto que causaba en la calle. Sus andares acentuaban las carnes ocultas bajo la ropa. Iba declarando: «Este cuerpo tiene el poder de despertar tu deseo». No había nadie como ella en mil kilómetros a la redonda. Los hombres y las mujeres la ansiaban por igual.

Fragmento de Apegos feroces, de Vivian Gornick.

Fragmento de El huevo y la gallina

27/9/25 | |

Por la mañana en la cocina, sobre la mesa, veo el huevo. 
Miro el huevo con una sola mirada. Inmediatamente advierto que no se puede estar viendo un huevo. Ver un huevo no permanece nunca en el presente: apenas veo un huevo y ya se vuelve haber visto un huevo hace tres milenios. En el preciso instante de verse el huevo este, es el recuerdo de un huevo. Solamente ve el huevo quien ya lo ha visto. Al ver el huevo es demasiado tarde: huevo visto, huevo perdido. 
Ver el huevo es la promesa de llegar un día a ver el huevo. Mirada corta e indivisible; si es que hay pensamiento; no hay; hay huevo. Mirar es el instrumento necesario que, después de usarlo, tiraré. Me quedaré con el huevo. El huevo no tiene un sí mismo. Individualmente no existe. Ver el huevo es imposible: el huevo es supervisible como hay sonidos supersónicos. Nadie es capaz de ver el huevo. ¿El perro ve el huevo? Solo las máquinas ven el huevo. La grúa ve el huevo. Cuando yo era antigua, un huevo se posó en mi hombro. El amor por el huevo tampoco se siente. El amor por el huevo es supersensible. Uno no sabe que ama al huevo. Cuando yo era antigua fui depositaria del huevo y caminé suavemente para no derramar el silencio del huevo. Cuando morí, me sacaron el huevo con cuidado. Todavía estaba vivo. Solo quien viera el mundo vería el huevo. Como el mundo, el huevo es obvio. 
El huevo ya no existe. Como la luz de la estrella ya muerta, el huevo propiamente dicho ya no existe. Eres perfecto, huevo. Eres blanco. A ti te dedico el comienzo. A ti te dedico la primera vez.
Clarice Lispector.

Noche de verano

24/9/25 | |

 49. Noche de verano

Se encerró en su cuarto y se acostó, derrengado, sobre la cama. Durmió muy mal, sentía un calor sofocante y por su mente cruzaron horribles pesadillas. Se despertó exhausto y encendió la luz: su cuarto estaba lleno de cadáveres.

Pedro Ugarte.

Adiós, Claudia Cardinale

23/9/25 | |

¿Quién...?

22/9/25 | |

QUIÉN ME QUITA LO BAILADO

Pido peras al olmo. Las saboreo:
son deliciosas.
He pedido gato por liebre;
me lo han dado.
Me han contado historias libidinosas
a medianoche;
gozaba, con cada palabra,
con cada gesto.
He amado la noche
cuando amanecía, 
amé la muerte, y
soñé
con la realidad.

Irene Gruss.

La muerte de la polilla (fragmento)

20/9/25 | |

Después de un rato, aparentemente cansada de su danza, se posó en el borde de la ventana, al sol; y una vez finalizado aquel raro espectáculo, me olvidé de ella. Luego, cuando levanté la vista, volvió a cautivar mis ojos. Intentaba retomar su danza, pero parecía tan rígida —o tan torpe— que solo podía revolotear en la parte inferior del panel de vidrio, y cuando trataba de cruzarlo volando, no podía. Dado que estaba concentrada en otros asuntos, observé durante un rato aquellos intentos inútiles sin pensar, esperando inconscientemente que retomara su vuelo, como esperamos que una máquina que se ha detenido momentáneamente retome su actividad sin considerar las razones por las que falla. Después de quizás el séptimo intento resbaló por el borde de madera y cayó, agitando las alas, de espaldas sobre el alféizar de la ventana. La indefensión de su actitud hizo que me despabilara. De pronto comprendí que estaba en dificultades; ya no podía levantarse sola; sus patas luchaban en vano. Pero cuando le acerqué un lápiz con el propósito de ayudarla a enderezarse, comprendí que el fracaso y la torpeza eran la cercanía de la muerte. Bajé el lápiz. 


Fragmento de La muerte de la polilla, de Virginia Woolf.

Incluso

19/9/25 | |

INCLUSO 


Mientras voy conduciendo paso junto a grandes vallas publicitarias que anuncian negro sobre blanco Jesus loves even you. Me reconforta sobremanera esa inesperada declaración de amor. Lo único que me inquieta es ese «even», incluso.

Fragmento de Los errantes, de Olga Tokarczuk.

Dos películas colombianas recomendadas

17/9/25 | |

Un fragmento de Chatwin

16/9/25 | |

Perder el pasaporte era la menor de las preocupaciones de uno, perder un cuaderno era una catástrofe. Durante aproximadamente veinte años de viajes, sólo perdí dos. Uno desapareció en un autobús afgano. El otro lo confiscó la policía secreta brasileña.


Fragmento de The songlines, de Bruce Chatwin.

El punto

15/9/25 | |

EL PUNTO 


Al pasar por estas ciudades, ya sé que finalmente tendré que detenerme en alguna por más tiempo, tal vez incluso instalarme. Las sopeso en la cabeza, las comparo y evalúo, y siempre me da la impresión de que cada una de ellas está o demasiado lejos o demasiado cerca. 
De manera que todo parece confirmar la existencia de un punto fijo en torno al cual realizo mis circunvalaciones. Demasiado lejos ¿de qué? Demasiado cerca ¿de qué?

Fragmento de Los errantes, de Olga Tokarczuk.

Para mirarte mejor

13/9/25 | |

Para
mirarte
mejor


Aunque
te
aceche
con
las
mismas
ansias,
rondando
siempre
tu
esquina, hoy
no
podríamos
reconocernos
como
antes.
Tú
ya
no
usas
esa
capita
roja que
 causaba
 revuelos
 cuando
 pasabas
 por
 la
 feria
 del
 Parque
 Forestal, hojeando
libros
o
admirando
cuadros,
y
yo
no
me
atrevo
ni
a
sonreírte,
con esta
boca
desdentada. 

 Juan
Armando
Epple.

Cleopatras

10/9/25 | |

CLEOPATRAS 


Me hallaba viajando en un autobús junto a una veintena de mujeres de negro rigurosamente tapadas. Se les apreciaban tan solo los ojos por una estrecha ranura: caí rendida ante el esmero y la belleza de su maquillaje. Eran ojos de Cleopatras. Bebían agua mineral ayudándose con gracia de una pajita; la pajita desaparecía en los pliegues de la negra tela hasta dar con sus hipotéticos labios. En aquel autobús de línea acababan de poner una película para amenizar el viaje: era Lara Croft. Fascinadas, mirábamos a esa muchacha de relucientes muslos y ágiles brazos que tumbaba a soldados armados hasta los dientes.

Fragmento de Los errantes, de Olga Tokarczuk.

Puertas

7/9/25 | |

Puertas 


Abrió una puerta que le llevó a una puerta más pequeña; la abrió y le llevó a una puerta más pequeña, y así fue abriendo puertas hasta llegar a una puerta diminuta como una gatera por la que se metió para encontrarse con una puerta pequeña que le llevó a una puerta más grande y así siguió recorriendo un corredor infinito de puertas hasta que finalmente llegó a una pared. Al otro lado se oía una sucesión de portazos.

Juan Antonio Masoliver Ródenas.

Alessandro Sicioldr, misterios de otros lugares

5/9/25 | |

Imagen de una pintura de Alessandro Sicioldr.

Fan Ho: ojos, mente y corazón

4/9/25 | |

 Una fotografía de Fan Ho, uno de los fotógrafos callejeros más importantes del siglo XX.

La hermanastra fea: rara, sórdida y recomendable

3/9/25 | |

Den stygge stesøsterenaka, 2025, Emilie Blichfeldt.

Un poeta: tan recomendable como graciosamente incómoda

2/9/25 | |

Un poeta (2025, Colombia), dirigida por Simón Mesa Soto.

Sorda: potente y bellísima

1/9/25 | |

Sorda (2025), dirigida por Eva Libertad.

Tren de la mañana

29/8/25 | |

Tren de la mañana


Sentados en el tren de la mañana, miramos por la ventanilla precisamente cuando pasamos por el barranco al que, hace quince años, cayó el grupo de colegiales con el que íbamos de excursión a la cascada, y pensamos en que nosotros nos salvamos pero los otros, sin embargo, están muertos para siempre. La profesora que llevaba a nuestro grupo a la cascada se ahorcó inmediatamente después de la sentencia de la Audiencia de Salzburgo, que fue de ocho años de prisión. Cuando el tren pasa por ese sitio, oímos, con los gritos del grupo, nuestros propios gritos. 

Thomas Bernhard.

Ballen, después de la caza

26/8/25 | |

 Una fotografía de Roger Ballen.

Al lector, Denise Levertov

24/8/25 | |

 Al lector
 
Mientras leés, un oso polar plácidamente
orina y tiñe
la nieve de azafrán;
 
mientras leés, algunos dioses
se acuestan entre hiedras: sus ojos de obsidiana
están mirando las generaciones de hojas;

mientras leés, el mar
está pasando sus páginas oscuras,
pasando
sus páginas oscuras.

Denise Levertov.

La casa

21/8/25 | |

La casa


Venden esta casa: está llena de fantasmas: En la biblioteca está un abuelo que hace tarjetas navideñas con corazones de purpurina. En la tipografía, un tío que imprime avisos funerarios y programa de circo. En la sala, un padre que lee novelas policíacas hasta el fin de los tiempos. En la alcoba, una madre que está siempre pariendo la última hija. En el comedor, una tía que barniza cuidadosamente su propio ataúd. En la despensa, una prima que plancha todas las mortajas de la familia. En la cocina, una abuela que cuenta noche y día historias del otro mundo. En el patio, un negro viejo que murió en la guerra del Paraguay rajando leña. Y en el tejado, un niño miedoso que los espía a todos; solo que está vivo: ha sido traído por el pájaro de los sueños. 
Dejen dormir al niño, pero vendan la casa, véndanla de prisa, antes de que él despierte y se descubra también muerto. 

José Paulo Paes.

Fragmento de Territorio de luz

19/8/25 | |

Hasta entonces, yo tampoco me había fijado en esos árboles tan grandes. Alcé la vista hacia sus copas. ¿Por qué me habría fijado en ellos justo ese día? No me extrañaba tanto que no los hubiera visto antes como el hecho de que los estuviera viendo ahora por primera vez. Las copas quedaban muy altas. Eran delgadas y rectas, y resultaban inquietantes: tenía la sensación de que iba a ser succionada directamente desde la tierra hacia ese cielo blando y luminoso. 


Fragmento de Territorio de luz, de Yuko Tsushima (1947-2016).

Testigo de cargo

17/8/25 | |

Testigo de cargo 


Es cierto, la bala entró debajo de la clavícula izquierda y no quiso buscar salida al otro lado: allí se quedó para atestiguar y vigilar su muerte.

Manuel Mejía Vallejo.

RUTH

15/8/25 | |

RUTH 


Después de la muerte de su mujer, un hombre confeccionó una lista de lugares que llevan el mismo nombre que ella: Ruth. 
Encontró bastantes, no solo localidades sino también torrentes, asentamientos, colinas e incluso una isla. Dijo que lo hacía por ella y que le infundía ánimo la fe en que ella, de una u otra manera, seguía en este mundo, aunque solo fuera a través de su nombre. Y, además, que cuando se detenía al pie de una colina llamada Ruth, tenía la sensación de que su mujer no había muerto en absoluto, que seguía existiendo, solo que de otra manera. 
Financiaba ese viaje con el dinero del seguro de vida de ella.

Fragmento de Los errantes, de Olga Tokarczuk.

A la televisión

13/8/25 | |

A la televisión


Tu boletín meteorológico me informa aquí y ahora si llueve o hace sol. ¿Para qué salir? 
La comida suculenta que sirves frente a mí con los ojos la devoro. Jubilé mis dientes. 
En las telenovelas hay tanto poder de vida que ya no me esfuerzo por vivir. 
Guerra, sexo, deporte… todo, todo me das. Condenaré la puerta: ya no necesito al mundo.

José Paulo Paes

La función

11/8/25 | |

La función 


Un escenario en penumbra. Una sala llena de espectadores, aguardando a que comience la función. 
La oscuridad se hace más intensa. Sólo hay un extraño y largo silencio. La función no comienza nunca. 

Han Kang (de La clase de griego, 2011).

Magia negra

9/8/25 | |

Magia negra 


 Iluminada me dijo que zarandeara el muñeco tres veces seguidas para que venga arrastrándose a mis pies. Que le pusiera un dedo índice en cada ojo, para que no mire a otra mujer. Que le cruzara las piernitas, para que no funcione con más hembra que yo. Y comprobé que sí, en efecto, la magia funciona. Lo compruebo cada vez que le pido un abrazo, y me abraza; le pido que me bese, y me besa; pero le ordeno que me quiera y entonces me mira con ojos huecos, con corazón de trapo, como si de verdad él fuera este muñeco que me preparó la vieja bruja de Iluminada. 

 Dazra Novak (Cuba).

Despertar

7/8/25 | |

Despertar 


Despertó cansado, como todos los días. Se sentía como si un tren le hubiese pasado por encima. Abrió un ojo y no vio nada. Abrió el otro y vio las vías.

Norberto Costa.

La nada

5/8/25 | |

La nada 


La escena no representaba nada. La acción no transcurre en ningún lado. Más aún, no hay ninguna acción. Tampoco personaje alguno. Nadie dice una palabra, por lo tanto. 
El telón no se alza aún ya que está en la tintorería. 
Difícil decir si la sala se halla colmada o desierta: es que no ha sido construida aún. Y por ahora no se prevé construirla. ¿Se hará un día? Quién sabe. 
En cuanto al autor, que esta mañana había decidido escribir la obra, ha muerto esta misma tarde.

Jacques Sternberg.