Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Muñoz Bachs

19/9/05 | |

Buscando algo sobre diseñadores gráficos cubanos , me encontré con una muestra de la fantástica obra cartelística de Eduardo Muñoz Bachs (Valencia, España, 1937 - La Habana, Cuba, 2001) y este texto sobre su trabajo:

" Muñoz Bachs: algo más que un Cartelista.
El cubano Eduardo Muñoz Bachs merecería el “record Guinness” en diseño de carteles de cine si, como muchos afirman, ha diseñado casi 1,000 carteles para la cinematografía cubana. Lo cierto es que comenzó diseñando el cartel de la primera película realizada por la revolución cubana en 1961; “Historias de la Revolución” del director Tomás Gutiérrez Alea y se ha mantenido casi cuarenta años haciendo carteles de cine. Curiosamente en este primer cartel de Bachs, que realizó a solicitud del propio Gutiérrez Alea, el autor utiliza una foto en blanco y negro de una escena del filme impresa en offset, algo que no repetirá nunca más en su producción cartelística.

Su estilo es lo más distante del realismo fotográfico que podamos imaginar, su personal uso del color extrae todas las posibilidades que permite la técnica de la serigrafía. Por otra parte su modo de reflejar el filme se aparta del Cartel realista-comercial que predominaba en Cuba en los años cincuenta y nos ofrece en cada cartel su reinterpretación propia del filme y finalmente su nueva versión llena de encanto y fantasía.En la obra de Bachs, quien nació en Valencia, España, en 1937 y llegó a Cuba tan pequeño que habla con acento cubano, está presente la influencia que sobre él ejerce su obra como ilustrador de literatura para niños, en la que prevalece la ingenuidad, el humor y también la sátira. Esto no ha impedido que aborde cualquier tema con maestría, como lo hizo en su cartel para el filme “Niños desaparecidos” de gran contenido dramático.
Recientemente en una entrevista concedida a su hijo Fabián, quizás por esto liberado de su tradicional hermetismo, manifiesta la atracción que sobre él ejerce la ilustración para niños ya que es “una posibilidad de extender toda mi fuerza imaginativa, todas mis habilidades plásticas”. Para él “ilustrar un cuaderno para niños representa una liberación artística que me exige un desbordamiento de ideas; me invita a equipararme con la fantasía del muchacho”. Aparte de la influencia ilustrativa en la obra de Bachs, como en la de todo buen autodidacta, no deja de percibirse la influencia que sobre el ejercieron, sobre todo en los años sesenta, los polacos Jan Lenica y Henryk Tomaszewski y el francés André François".

" Muñoz, como le decimos sus amigos, tan parco en lo personal y tan locuaz en su obra, nos brinda la opción, tan necesaria en nuestros días, de un cartel que trasciende sus valores comunicativos inmediatos y se transforma en una inalterable obra poética ".

Héctor Villaverde, Diseñador gráfico, La Habana, 8 de noviembre del 2000