Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

El momento del horror (2)

28/10/05 | |

Muchísimas portadas de cómics de terror.
Cool french cómics.
Groovy age of the Horror, imprescindible.
Pulp cards para enviar a los amigos de buen gusto.
Secret fun spot, un sitio con cientos de maravillas.
Tumba abierta, de lectura obligada por estos días de Halloween.

Para cerrar este viernes de monstruos reeleccionistas, un cuento de Edgar Allan Poe, La Esfinge.
"Durante el pavoroso reinado del cólera en Nueva York, acepté la invitación de un pariente para pasar quince días con él en el retiro de su cottage orné, a orillas del Hudson. Teníamos allí a nuestro alrededor todos los medios corrientes de esparcimiento veraniego, y entre vagar por los bosques, dibujar, pasear en bote, pescar, bañarnos, oír música y leer habríamos pasado el tiempo bastante agradablemente, si no fuera por las terribles noticias que nos llegaban todas las mañanas desde la populosa ciudad. No había día que no nos trajese nuevas del fallecimiento de algún conocido. Luego, como la mortandad fuera en aumento, nos hicimos a la idea de esperar a diario la pérdida de algún amigo".
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