Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Nicolás Gómez Dávila (1913-1994)

5/6/12 | |

Imagen de la izquierda: Aviso para Lactógeno. Revista Cromos Nº1153 (31/12/1938)
Algunos aforismos de Nicolás Gómez Dávila (1913-1994), del que Villegas Editores  publicó hace un par de años los cinco tomos de Escolios completos:


- Para vivir después de los treinta años se necesita embrutecerse en los quehaceres cotidianos o inventarse desesperadamente mil razones diversas e igualmente ficticias de vivir.
- La verdad es un error que dura.

- Las únicas cosas que deseamos con pasión son las que no merecemos.
- La vanidad junta a los seres, la vanidad los ata y la vanidad los separa.
- Explicar cuando es posible sugerir supone un excesivo desprecio del lector.
- El pueblo no elige a quien lo cura sino a quien lo droga.
- Errar es humano, mentir, democrático.
- Mientras más graves sean los problemas, mayor es el número de ineptos que la patria llama a resolverlos.
"Sin amplificadores, sin orquestaciones, la prosa de Nicolás Gómez Dávila nos acerca a la perfección. Leerlo, es como escuchar ciertas sonatas de Mozart. Nada pretenden distinto de recrear el maravilloso mundo que nos legaron generosos dioses inaccesibles. Eso es la obra de Gómez Dávila, una profunda victoria que a todos nos enorgullece". Alberto Zalamea (Tomado de Programas de la emisora H.J.C.K. mayo de 1999. Nº1462, Volumen LXXVII)