Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Textos recuperados: El azote de la Arial.

20/4/06 | |

Aunque este texto de Mark Simonson sobre la archidetetestable Arial, ya es bien conocido, en esta ocasión quiero responderle con él (ustedes dirán qué falta de imaginación, don Gio), a un alumno que me preguntó hace unos días: profe, y usted por qué odia tanto a la Arial?...aquí está la respuesta (o parte de ella), jovenazo...

El azote de la Arial
Por Mark Simonson
Traducción de El Malpensante (edición Nº55)

La Arial está en todas partes. Si no sabes lo que es, será porque no utilizas un computador. La Arial es una fuente que le es familiar a cualquiera que use productos Microsoft, sea con pc o Mac. Se ha difundido como un virus por el paisaje tipográfico e ilustra la penetrante influencia de Microsoft en el mundo.
La omnipresencia de la Arial no se debe a su belleza; realmente es bastante fea, lo cual no quiere decir que ésa sea una característica mala en una tipografía: el carácter y la historia son tan importantes como la belleza. La Arial, sin embargo, tiene una historia bastante dudosa y poco carácter. De hecho, la Arial es poco más que un impostor sin vergüenza.
Durante la segunda parte de siglo xx uno de los tipos más populares en el mundo occidental fue la Helvetica, desarrollada por la fundición Haas de Suiza en los años cincuenta. Más tarde Haas se unió con Linotype y se promovió intensamente la Helvetica. Se añadieron más variantes y empezó a ganar en popularidad. Continuar leyendo...

P.D.: Llegó el momento
de uno de los eventos que más me gustan: la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Corferias, abril 22 a mayo 7 de 2002); espacio de goce intenso, buena música, montones de libros, conferencias y uno que otro invitado de lujo. Para no perderse.