Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Eduardo Galeano, fútbol a sol y sombra.

17/6/06 | |

Poco a poco el Mundial se va poniendo caliente, he visto uno que otro buen partido y los goles afortunadamente han aparecido en casi todos los juegos. Argentina se perfila como uno de los más serios candidatos al título, mientras que Brasil no produce frío ni calor.
Celi se ha tenido que doblegar a la pasión por la esférica y yo he caído enfermo ante esta sobredosis de fútbol (he visto todos los partidos, aunque también he cabeceado en numerosas ocasiones).
Que sea este un momento para recordar a don Eduardo Galeano y su Fútbol a sol y sombra:
El gol.
"El gol es el orgasmo del fútbol. Como el orgasmo, el gol es cada vez menos frecuente en la vida moderna.Hace medio siglo, era raro que un partido terminara sin goles: 0 a 0, dos bocas abiertas, dos bostezos. Ahora, los once jugadores se pasan todo el partido colgados del travesaño, dedicados a evitar los goles y sin tiempo para hacerlos. El entusiasmo que se desata cada vez que la bala blanca sacude la red puede parecer misterio o locura, pero hay que tener en cuenta que el milagro se da poco. El gol, aunque sea un golecito, resulta siempre gooooooooooooooooooooooool en la garganta de los relatores de radio, un do de pecho capaz de dejar a Caruso mudo para siempre, y la multitud delira y el estadio se olvida de que es de cemento y se desprende de la tierra y se va al aire". Leer más. Foto de AFP. Partido Ghana-R. Checa.