Yo no tenía este rostro de ahora,
Tan calmo, tan triste, tan delgado,
Ni estos ojos tan vacíos,
ni el labio amargo.
Yo no tenía estas manos sin fuerza,
Tan quietas y frías y muertas,
Yo no tenía este corazón
Que ni se muestra.
Yo no advertí este cambio,
Tan simple, tan cierto, tan fácil:
¿En qué espejo se perdió
Mi rostro?
Cecilia Meirelles (Río de Janeiro, 1901-1964)
Traducción de Estela dos Santos.
Magazín Dominical de El Espectador, Nº 311, marzo 26 de 1989.
Obras de José Antonio Suárez.