Suicidas básicos
por Salvador Alario Bataller
El a, e, i, o, u de mis suicidas
(2006)
Independientemente de los motivos, el suicido es siempre en defensa propia… Antonio, mimado desde siempre por la vida, cuando la fortuna se perdió, se quitó de en medio. Ernesto, abatido por una desesperanza crónica, recorrió el camino casi común entre los de su especie. Ignacio, como el escritor inglés, no pudo con el aburrimiento. Omar, perseguido por peligros surgidos de sus conmociones paranoicas, emprendió un presunto vuelo salvador desde un décimo piso. Y Urbano, adepto a la filosofía de Marco Josefo, creyó encontrar iluminaciones místicas por la vía rápida. La penuria, la melancolía, el tedio, la psicosis y algo de todo más una vana esperanza, formaron el aguijón del mundo que ninguno de ellos quiso soportar. Tanto en la vida como en la muerte, hay gente para todo.
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