Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

¡Contra el chume!

28/4/07 | |

Esto no les va a gustar: el Museo de carteles contra el alcohol. Menos mal que los textos están en ruso.
::: Toto Bona Lokua-Lamuka