Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Digráfico Nº1, lista para la impresión.

1/6/07 | |

Portada de Paul Patiño
Esculquen en sus bolsillos o pídanle prestado a su mejor amigo 500 pesitos; no vaya a ser que por michicatos se queden sin su ejemplar.