Desmadradamente divertido, así es Plastic Man, en versión del gran Kyle Baker. Obligado.
"Plastic Man trabaja para el FBI atrapando criminales. Las fuerzas del orden le respetan. Las TV’s le adoran y cuentan todas sus hazañas. Cuando sale de fiesta por la noche regresa con dos chatis despampanantes a casa. Plas tiene una vida perfecta. Plas se siente vacío. Cuando de noche se acuesta solo en su cama tiene sueños sobre su vida anterior. Una vida que mantiene en secreto en la que se llamaba Eel O’Brian, tenía una novia con la que se quería casar, y se dedicaba al mundo del crimen. Era un ladrón especialista en reventar cajas fuertes, pero su último golpe fue mal, y acabó bañado en un ácido que le convirtió en un ser de plástico maleable. Tras ser salvado por un monje que curó sus heridas, Eel interpretó estos hechos como una señal para cambiar su vida de latrocinio por otra más heroica, y desde entonces vive como Plastic Man con ese secreto".