Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

La noche de la IGUANA (1964), la piel de Ava.

20/1/08 | |

La noche de la iguana (D. John Huston, 1964), otro de los grandes clásicos de estas vacaciones bogotanas.