Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Todos al Teusaquillo!

14/1/08 | |

El día de ayer vimos con Celi, La dama de Shangai (Orson Welles, 1948) en el Teatro Teusaquillo, uno de los pocos que en Bogotá ofrecen otra alternativa a la aburrida cartelera bogotana, que a punta de Multiplex (sí, muy cómodas las sillas, pero y del cine qué) presenta las mismas cuatro películas de temporada (por estos días: Soy Leyenda, Alvin y las ardillas, Muertos de susto, Aliens vs. Depredador 2).

Dénse una vuelta por el Teusaquillo (no lo dejemos morir) y disfruten de su excelente programación (lleven cobijita porque hace frío, y un cojín) y prepárense a disfrutar de películas de autores como Robert Bresson, Kenzi Mizoguchi, Orson Welles, y un largo y acertado etcétera.