Es como la lluvia en una película muda, o como un barco en el fondo del mar, o como una galería de espejos a la hora de cerrar, o como la tumba del ventrílocuo mundialmente famoso, o como el rostro de la novia cuando se sienta a mear después de hacer el amor toda la noche, o como una camisa secándose en el tendal sin una casa a la vista… Bueno, vas pillando la idea. De 'El monstruo ama su laberinto', Charles SIMIC.

Chandler + Wilder, igual: Perdición (1944). Algunos diálogos.

2/2/08 | |

“Ningún crimen es perfecto, siempre se descubre tarde o temprano. Y si intervienen dos personas, más bien temprano.
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Fred MacMurray: Sin embargo, de camino del bar..., pensé que todo acabaría mal. Parece absurdo, pero es cierto. No oía mis pasos. Eran los de un hombre muerto.

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Fred MacMurray: ¿Porque no has disparado? No me digas que has estado enamorada de mí todo este tiempo.

Barbara Stanwyck: No. Jamás te amé. Ni a ti ni a nadie. Estoy podrida por dentro. Como dijiste, te he utilizado. No significabas nada, hasta hace un momento, que no pude disparar. Jamás lo hubiera imaginado.

MacMurray: Lo siento, no te creo

Stanwyck: No me importa, abrázame

MacMurray: Adios, nena

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"Era una tarde calurosa y aun recuerdo el olor a madreselva en toda la calle. ¿Cómo no supe que a veces el asesinato huele a madreselva?". Voz en off de F. MacMurray.

Perdición (1944), de Billy Wilder